Frases sobre la educación
El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío.
No podemos modelar a nuestros hijos según nuestros deseos, debemos estar con ellos y amarlos como Dios nos los ha entregado.
La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.
Todos los educadores son absolutamente dogmáticos y autoritarios. No puede existir la educación libre, porque si dejáis a un niño libre no le educaréis.
Donde hay educación no hay distinción de clases.
El hombre comienza en realidad a ser viejo cuando cesa de ser educable.
Antes de casarme tenía seis teorías sobre el modo de educar a los niños. Ahora tengo seis hijos y ningún teoría.
Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado.
¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación.
La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar.
Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela.
Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía.
Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.
La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.
El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás.
La letra con sangre entra.
Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo.
La educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios.
La parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da.
El secreto de la educación es enseñar a la gente de tal manera que no se den cuenta de que están aprendiendo hasta que es demasiado tarde.
La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social.
No hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable
y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad.
El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.