Frases sobre la fama
A menudo los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos.
No he cultivado mi fama, que será efímera.
A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores.
El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.
El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre él los otros.
La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez mas pesado el soportarlo y difícil de descargar.
Los apellidos famosos, en lugar de enaltecer, rebajan a quienes no saben llevarlos.
Quizá, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.
Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena.
Algo debe haber hecho mal o no sería tan famoso.
Cobra buena fama y échate a dormir.
La fama es un trozo de nada que el artista agarra al vuelo sin saber por qué.
La fama es vapor; la popularidad, un accidente; la única certeza terrenal es el olvido.
No se alcanza la fama reclinado en blanda pluma, ni al abrigo de colchas.
La fama trae la soledad. El éxito es tan frío como el hielo y tan poco hospitalario como el Polo Norte.
La fama suele alcanzar a aquellos que están pensando en otra cosa.
Si la fama sólo llega después de la muerte, no tengo prisa en conseguirla.
Vuestra fama es como la flor; que brota y muere; y la marchita el mismo sol que la hizo nacer de la acerba tierra.